domingo, 22 de abril de 2012

La plaga poética: ¡Feliz Día de la Tierra 2012!




¡Buenos días Madre Tierra!

Hoy decimos tus habitantes humanos que celebramos tu Día porque hace ya más de cuarenta años, ciertos personajes propusieron la inclusión de los problemas medioambientales en la agenda política internacional, lo cual, siendo avalado por la ONU, dio como resultado que cada 22 de abril los humanos digamos que te celebramos con un día (sí, sólo uno; ya hay muchos más ocupados por la madre, el padre, el niño, las mujeres, las banderas, las independencias de los países, los héroes de cada nación, los abuelos, los hermanos, las secretarias, las enfermeras, los médicos, la salud, el VIH, el agua, el antitabaquismo... bueno, hasta día de los perritos atropellados debería haber) y sólo uno, de conciencia ecológica sobre la gravedad de los problemas que aquejan al medio ambiente en razón de nuestras actividades a nivel especie.

Quiero contarte cómo es que he estado celebrándote el día de hoy: desperté por la mañana cubierta y protegida por sábanas blancas hechas de plantas de algodón que se dedican exclusivamente a la producción de telas que serán industrializadas para que más gente -como yo- pueda adquirir sus sábanas de 240 hilos; seguramente sabes que esas plantas de algodón son de las que mayores cantidades de químicos utilizan y que te contaminamos cada vez más por querer obtener mayores cantidades de algodón, sin olvidar cuánta agua es necesaria para que esas plantas crezcan rápido y generen el tan ansiado producto.

Enseguida, me dirigí al baño a desechar lo que mi cuerpo ya no necesita para realizar sus funciones y con ello contribuí -como tanta y tanta gente- a ensuciar un poco más -sólo un poquito más- las aguas de los ríos, mares y lagos a los que pueda llegar aquello que deseché, sin contar por supuesto el daño que te hice al utilizar el papel higiénico (que no tiene nada de "higiénico") y los litros y litros de agua que se necesitaron para que esa descarga llegara a un drenaje llamado "sanitario" por alguna extraña razón que escapa a mi entendimiento.

Y como todos los días, era hora de preparar el desayuno: huevos, leche, quesadillas y un plato de fruta. Resultado: 1) aceite vegetal en la sartén listo para ser despachado también por el drenaje "sanitario"; 2) basura orgánica e inorgánica que desgraciadamente si separo no servirá de nada pues al llegar al camión recolector el operador simplemente compactará todos mis desechos, los de mis vecinos y los de todos los habitantes del sector que le corresponde y los llevará -así ya reducidos a una masa irreconocible y maloliente-, al también llamado "relleno sanitario" que tú, Madre Tierra, también albergas en tu superficie (por favor, que alguien me diga quién fue el genio al que se le ocurrió acuñarle el mote de "sanitario" o "higiénico" a las cosas que son todo, menos sanitarias o higiénicas); 3) gas "natural" (eso me hace suponer que existe el "artificial") que fue extraído de tus rocosas entrañas desde quién sabe dónde a costa de mecanismos como el "fracking" por los que se contaminan las aguas de tu subsuelo al inyectarle químicos que disuelvan las fisuras de tu sustrato rocoso y permitir que se pueda extraer más gas, más rápido y a menor costo, todo para que yo pueda cocinar mis huevos y mis quesadillas a gusto y sin mayores complicaciones; 4) ondas electromagnéticas del microondas en que caliento la leche (sin contar los gases del refrigerador que utilizo para mantener frescos los alimentos) y que también contaminan tu aire pues no son un agente natural y a la larga ocasionan enfermedades; 5) la fruta que consumí seguramente fue producida por agricultores que no te respetan y que para apresurar el crecimiento de sus cultivos utilizan agentes químicos que contaminan gravemente tu suelo y lo inutilizan en cierto tiempo para poder seguir siendo fértil, ello sin contar el desequilibrio ecológico que generan el control de plagas, la extracción intensiva de agua de tus mantos freáticos para riego y muchas otras prácticas comunes en el agro, todo para que yo pueda consumir mi plato de frutas que tanto me gusta; y, por último, 6) la leche que tomé y los huevos que me comí y que han sido obtenidos en granjas de producción masiva, donde generalmente no se respeta el equilibrio originalmente propuesto por ti, querida Madre Tierra, y donde lo primordial es el lucro a costa de la comercialización a gran escala.

Sé que no necesitas que prosiga con el resto de mis actividades hasta este momento en que estoy haciendo patente mi celebración por ti, pues para muestra, basta un botón, y como podrás notar, Madre Tierra, hoy sí te he estado celebrando al tener muy en cuenta todo esto y hacer realmente conciencia de la gravedad de mis acciones diarias para contigo. Pero eso, sólo será por el día de hoy, mañana será otra historia, otro día y otra celebración para algo o alguien más. Finalmente, tú siempre estarás ahí, ¿o no? 

Atentamente,


La plaga poética.

1 comentario:

  1. Para festejar este tipo de eventos lo mejor es mostrar respeto, cariño y amistad a quien se supone es el festejado. En este caso, ya que somos la remora de este gigante azul saberse parte de él, y por lo tanto respetarse uno mismo y al de junto inicia el amor por este mundo que girarà aun como tantas vidas, por miles de años más.

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